Marcha senderista por la Montaña de Cáceres
(Redactores: Juan Barco y Clara Frechilla)
El viernes 26 de abril de 2013, los alumnos de 5º curso de Ed. Primaria, hicimos una marcha senderista por la Montaña de Cáceres (Portanchito). Fueron 12 kilómetros de recorrido con un nivel bajo de intensidad, aunque en algunos momentos hay que subir alguna cuesta bastante empinada.
Empezamos con un recorrido urbano hasta los Juzgados de Cáceres (ya sabéis: ¡¡ cuidado con los semáforos… ese coche… vamos !!). Después pasamos por la Charca del Marco y tomamos el camino que nos lleva hasta la cantera de Olleta. Era imposible resistirse a la tentación de subir a los montones de grava, así que… ¡a conquistar todas la montañas posibles !
Tomamos la cuesta que sube al repetidor de TV. Esta parte sí que cansa realmente aunque el esfuerzo merece la pena por las vistas y por el paisaje. Tuvimos que saltar una tapia donde se corta el camino, bajo unas alambradas. Parecía una auténtica aventura. Sin darnos cuenta ya era la hora de tomar un bocata a la sombra de los pinos.
Continuamos por la cresta de la montaña hasta el mirador que se abre entre las rocas, cerca de la ermita. Desde allí se ve toda la parte oeste de Cáceres, la carcel, la universidad y, en días claros, Trujillo e incluso la sierra de Gredos. Bajamos al parking de la Ermita de la Montaña para repostar agua y admirar la vista sobre Cáceres. Nuestro cole no se ve por unos edificios grandes que lo tapan pero el espectáculo es impresionante.
Ahora ya toca bajada por la acera que bordea la carretera. Tomamos el desvío por el camino de Fuente Fría. La gente que estaba allí cogiendo agua nos contó que es muy buena para hacer el cocido o las alubias porque tiene buen sabor y no tiene cloro.
Jugamos un ratito en el parque del rodeo y descansamos a la sombra, en el cesped, porque el calor, a esta hora, ya aprienta un poco.
Ahora toca volver al colegio. Esta es la parte más cansada pues volvemos a la zona urbana y hay que ir con precaución. Son cerca de las dos de la tarde y ya hace calor. Llegamos cansados, sin duda, pero la mañana se pasó muy rápido y el día resultó entretenido. Lo pasamos muy bien. Aprendimos sobre plantas, flores, paisajes y disfrutamos en la naturaleza cercana a nuestra ciudad, que en primavera está preciosa.
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